La mala postura es un problema común en la mayoría de los ciudadanos y casi todo el mundo necesitaría algunas lecciones sobre la importancia de mantenerlas posturas correctas. Seguramente los ancianos con movilidad reducida un día fueron jóvenes y adquirieron malos hábitos posturales.
Y es que en las personas de mucha edad la mayoría de los defectos posturales se deben a que sienten dolor, tienen alguna degeneración óseo-articular o han perdido masa muscular.
Sin duda estas personas mayores que adoptan malas posturas al caminar son las más propensas a caerse y a sufrir lesiones graves. Algunos ejercicios pueden ayudar a que los ancianos con movilidad reducida ejerciten el músculo o sientan menos dolor cuando caminan, mejorando de manera efectiva su movilidad y minimizando el riesgo de caída.
Algunos ejercicios posturales para ancianos con movilidad reducida
Partimos de la base de que la fisioterapia para ancianos profesional es el recurso que ofrece los mejores resultados.
Por tanto, con estas propuestas no sustituiremos nunca el buen hacer de un fisioterapeuta titulado. Se trata de que las personas mayores puedan ejercitarse todos los días en su casa, de manera ligera y segura.
Recomendaciones previas
En estos ejercicios no facilitaremos pautas de repetición. Dado que hablamos de ancianos, las repeticiones se realizarán hasta que la persona mayor decida que no quiere seguir o manifieste sentir dolor o fatiga muscular.
Si los resultados son los deseados, pronto será el anciano el que note que progresivamente está capacitado para realizar más repeticiones. Esto supondrá para él un doble acicate porque se sentirá mejor y aumentará su autoestima, lo que desembocará en que voluntariamente intentará realizar los ejercicios durante períodos más largos de tiempo.
Bajo ningún concepto obligaremos al anciano a realizar los ejercicios en contra de su voluntad ni lo forzaremos a seguir cuando diga que siente dolor o cansancio.
De la misma forma, hemos de estar atentos a los posibles efectos colaterales: si en días posteriores la persona mayor afirma sentirse peor físicamente, lo prudente es suspender la realización de los ejercicios. Esto es fácil que ocurra cuando existen problemas de artritis o de artrosis.
Comencemos:
1. Flexiones y giros de barbilla
La columna de muchas personas ancianas se inclina hacia adelante y tienen que esforzarse para mantener erguida la cabeza, lo que provoca fuertes tensiones en la zona que desembocan en dolor de cuello o cabeza crónicos.
Este es un gran ejercicio muy sencillo de realizar para mejorar esa condición y que el anciano puede hacer sentado o de pie. El objetivo es trabajar la zona cervical para descargarla y mejorar la movilidad y la musculatura del cuello.
Para realizar este ejercicio, podemos poner de pie al anciano o sentarlo en una silla de respaldo recto, con la espalda o el respaldo tocando la pared.
Lo único que ha de hacer el anciano es mirar hacia alternativamente hacia el suelo, hacia el techo, a izquierda y a derecha. El movimiento circular también es aconsejable.
2. Movimiento de brazos
La posición de inicio es idéntica a la anterior, tanto sentado como de pie. La persona mayor habrá de bajar los brazos por completo y levantarlos hasta donde le sea posible, una y otra vez. Los levantamientos se harán de forma lateral y frontal, alternativamente.
Este ejercicio es ideal para fortalecer la musculatura de la parte superior de la espalda, algo fundamental para mantener una postura lo más erguida y equilibrada posible. Adicionalmente, también se trabajan los músculos del antebrazo, que intervienen en el mantenimiento del equilibrio.
3. Levantamiento de piernas
Diseñado para fortalecer el tren inferior y mejorar la musculatura de la cadera y los glúteos. Necesariamente ha de realizarse de pie, con la espalda apoyada contra la pared. Si es necesario, dispondremos una silla para que la persona mayor pueda asirse a ella con una mano y se sienta segura.
Se trata de levantar el muslo hasta donde sea posible, dejando colgar la pantorrilla. A continuación, el anciano estirará la pantorrilla todo lo que pueda pero sin forzar.
Se finaliza volviendo a dejar colgar la pantorrilla y bajando después el muslo a su posición habitual.
4. Vaivén elíptico de glúteos
Con este ejercicio ejercitaremos la movilidad de la cadera, del juego de rodillas y los músculos del abdomen y la parte inferior de la espalda. Pondremos al anciano de pie y le acercaremos una silla para que se sujete con la mano que prefiera.
Separará las piernas unos 30 centímetros y moverá los glúteos de izquierda a derecha con una trayectoria circular. Es decir, si se mira a los pies, su ombligo trazará una trayectoria elíptica sobre el suelo.
Consejos adicionales para ancianos con movilidad reducida: cómo mejorar la postura del anciano en movimiento y en reposo
Seguir estos consejos adicionales también ayudará a que el anciano mantenga una mejor postura, tanto descansando como caminando:
- Caminar regularmente utilizando un bastón, aunque no lo precise. El bastón ayuda a disminuir la reducir la rigidez mientras se fortalece toda la musculatura del cuerpo.
- Realizar ejercicios específicos para mejorar el equilibrio.
- Controlar el sobrepeso.
- Evitar sentarse en sillones o sofás muy mullidos.
- Utilizar mobiliario ergonómico específico para ancianos o para patologías músculo-esqueléticas concretas.
- Dormir de lado y utilizar una almohada ergonómica que asegure que la posición de la cabeza es la correcta.
- Utilizar camas adaptables articuladas.
- Utilizar instrumentos posturales como corsés o almohadillas para las cervicales.
Y un consejo final: nunca descartemos la opción de un fisioterapeuta especializado en gerontología. Por experiencia afirmamos que, en ocasiones, la fisioterapia en residencias y establecimientos de día es susceptible de provocar recuperaciones funcionales asombrosas.
Imagen destacada: DCStudio