Contar con los servicios de estancias en residencias de ancianos en Madrid en verano supone una gran ventaja para poder dedicarles el tiempo y la atención que se merecen. En verano, más que nunca, nuestros mayores necesitan unos cuidados específicos.
El cuidado de mayores en verano
En verano, debemos extremar las precauciones con respecto al cuidado de mayores. ¿Conoces el motivo? Los ancianos pertenecen al grupo de edad más vulnerable a los cambios ambientales de origen estacional.
Durante el periodo estival, los ancianos pueden disfrutar al máximo del buen tiempo. No obstante, debemos de tener en cuenta una serie de precauciones para garantizar su bienestar.
¿Cómo extremar el cuidado de las personas mayores en verano?
Las ventajas de contar con el servicio de una residencia de ancianos para el cuidado de personas mayores en verano son muchas. Si queremos que nuestros mayores puedan disfrutar del verano en buenas condiciones, debemos seguir algunas pautas durante las estancias en residencias de ancianos en Madrid.
- Programar una dieta equilibrada y saludable.
Cuidar la alimentación de los ancianos es fundamental. Cada estación del año requiere una dieta determinada. En verano, las comidas deben ser más ligeras y nutritivas. El aporte de nutrientes de calidad es muy importante. Por eso, debemos utilizar verduras frescas, legumbres, proteínas y frutas de temporada en el diseño de los menús.
- Mantener una hidratación adecuada.
Con la alimentación cuidamos la hidratación, pero también debemos garantizar que los ancianos tomen suficiente cantidad de agua. Uno de los principales problemas que pueden surgir con las altas temperaturas es la deshidratación. Los mayores son súper vulnerables a esta circunstancia. Por eso, debemos asegurarnos de que ingieren suficiente líquido a lo largo del día.
- Proteger la piel de los rayos solares.
Con la edad, la piel pierde elasticidad, grosor y capacidad de regeneración. Por ello, los ancianos precisan unos cuidados dermatológicos especiales para hacer frente a los agentes externos. Su piel es más frágil ante la radiación ultravioleta. Por eso, necesitamos extremar la protección solar, utilizar cremas protectoras y evitar las actividades exteriores en las horas centrales del día.
- Adecuar la forma de vestir.
En verano, necesitamos que los ancianos estén frescos y cómodos. Su piel es muy delicada y es preciso evitar rozaduras, irritaciones y una sudoración excesiva. En este sentido, cuidamos al detalle la ropa y los complementos que usan. Elegimos tejidos naturales y transpirables, prendas holgadas de colores claros, gorros o sombreros para proteger sus cabezas del sol y calzado cómodo.
- Proteger la piel.
Para el cuidado dermatológico en edades avanzadas, es esencial utilizar productos hidratantes específicos. Así, prevenimos problemas de sequedad y de abrasiones en la piel de nuestros mayores. Durante las estaciones cálidas, la piel suda más y el riesgo de padecer irritaciones y afecciones dérmicas aumenta. Siempre, insistimos en hidratar las zonas del cuerpo más secas.
- Ventilar y mantener las estancias frescas.
Los dormitorios de nuestros ancianos deben estar a una temperatura adecuada, aproximadamente a 23 grados de forma constante. El uso de aire acondicionado es primordial para garantizar su bienestar. También es muy importante ventilar adecuadamente las habitaciones y protegerlas del sol y de los insectos.
- Cuidar el tiempo de descanso.
Con el calor y el aumento de las horas de luz, los hábitos de sueño pueden sufrir alteraciones. Los ancianos son muy susceptibles a estos cambios y pueden presentar importantes trastornos. Para minimizar el impacto de este problema sobre su salud, debemos seguir una rutina de horarios muy estricta, pasear, mantenerles activos y hacer una cena muy ligera.
Además de seguir todas estas recomendaciones, es importante que nuestros mayores disfruten de una atención terapéutica adecuada. Par ello, en los centros especializados hay programas y tratamientos específicos. El objetivo es alcanzar el máximo confort y una adecuada calidad de vida para los ancianos.
Terapias para mayores y tratamientos para el cuidado anciano en la residencia
En la residencia, las terapias para mayores nos ayudan con los problemas asociados a la propia edad. Para poder atender las diferentes necesidades de nuestros abuelos y mejorar sus funciones cognitivas y de movilidad, desarrollamos diferentes programas específicos.
Los tratamientos médicos y la fisioterapia también forman parte de la atención que los mayores necesitan para sentirse bien y mantenerse saludables. En definitiva, en una residencia, pensamos en el bienestar del residente y de su familia. En verano, más que nunca, ellos se merecen una atención especial durante sus estancias en residencias de ancianos en Madrid.
Beneficios de contar con una residencia de ancianos en Madrid
Disponer de los servicios de un centro especializado en el cuidado anciano implica muchas ventajas. No solo ayuda a las familias a gestionar el bienestar de sus mayores en periodos cortos de tiempo, también en largas temporadas. Al mismo tiempo, aporta una mayor calidad de vida al propio residente.
Ellos necesitan cuidados especiales y manos cualificadas que sepan dárselos. Disponer de un servicio de estancias en residencias de ancianos en Madrid es una oportunidad. Nuestros mayores se merecen lo mejor, también en vacaciones.