El bienestar de nuestros mayores siempre es una prioridad. Atender sus necesidades, ofrecerles los cuidados que reclaman y, cómo no, hacerles compañía para que continúen integrados y conscientes del mundo que les rodea. Todo esto es fundamental para que tengan una buena calidad de vida y disfruten de esta etapa. Pero es cierto que las personas mayores tienen necesidades muy diferentes entre ellas. Por este motivo hay que estudiar cada caso para saber cómo podemos ayudarles correctamente. Hoy queremos centrarnos en aquellas personas mayores con movilidad reducida. Sobre todo en lo que podemos hacer por ellas para garantizar su bienestar y mejorar o conservar, en la medida de lo posible, sus capacidades.

La actividad física siempre es importante

Practicar ejercicio es fundamental en todas las etapas de la vida. Nos ayuda a estar en forma y a mantenernos ágiles y fuertes. Se puede hacer ejercicio de muchas formas, incluso si se es mayor y se tiene movilidad reducida. Solo hace falta adaptar cada ejercicio a cada caso para conseguir los mejores resultados. Levantar los brazos lentamente por encima de la cabeza y bajarlos despacio formando una cruz; elevar los brazos mientras estiramos también la columna o girar el torso de un lado a otro intentando mantener la posición durante algunos segundos. Son ejercicios muy básicos pero que ayudan a quien los realiza a no perder masa muscular e incluso a mejorar la circulación.

Los productos de apoyo para personas con movilidad reducida son también muy útiles a la hora de hacer deporte. Caminar ayudado por las barras de apoyo o intentar mantener un peso adaptado en equilibrio sobre los pies. Son algunos de los ejercicios se pueden llevar a cabo con este tipo de elementos.

Los ejercicios de fuerza son también imprescindibles a la hora de conseguir los objetivos que nos planteamos. Utilizar mancuernas para tonificar los brazos y ganar algo de fuerza que les permita tener mayor autonomía o utilizar bandas elásticas que aumenten su resistencia servirá de gran ayuda en el día a día de nuestros mayores.

Una rutina adaptada a los mayores con movilidad reducida

Al igual que un deportista de élite también tiene sus días de descanso, es imprescindible que nuestros mayores también los incorporen a su calendario de ejercicios. El descanso es fundamental para que la musculatura pueda recuperarse y adaptarse a los cambios que está experimentando gracias a los ejercicios.

Del mismo modo, es igual de importante que los ejercicios se realicen de manera periódica siguiendo una rutina. De nada sirve hacerlos de vez en cuando sin llevar ningún control sobre ellos. La constancia es la base de los resultados.

Además, estos ejercicios deben realizarse siempre bajo supervisión. Debemos guiar a la persona a lo largo de su rutina para observar cómo se desenvuelve y ayudarla si en un momento dado lo necesitan. Por supuesto, si durante el desarrollo de la actividad se siente dolor o molestia, es de vital importancia detenerlo y pasar a otro más suave o tomar un descanso hasta el próximo día de entrenamiento.

Supervisión y control

Aunque existen ejercicios básicos como los que hemos descrito unas líneas más arriba que pueden aplicarse a casi todo tipo de personas. Lo cierto es que lo más adecuado es acudir a especialistas que diseñen una rutina de ejercicios adaptada a la situación de cada paciente.

Existen profesionales médicos, fisioterapeutas y terapeutas expertos en movilidad reducida en personas mayores que estudiarán cada caso y prescribirán los ejercicios perfectos para cada persona. Rutinas sencillas que después el paciente podrá realizar en casa con ayuda de su cuidador.

Y es que nada tiene que ver el término “movilidad reducida” con no practicar ejercicio. Las rutinas adaptadas pueden realizarse desde cualquier lugar. De hecho, las camas para personas con movilidad reducida están preparadas para que el paciente pueda incorporarse y adoptar la posición idónea para completar su tabla de ejercicios sin necesidad de trasladarse a otro lugar.

Los tratamientos de terapia ocupacional son el complemento perfecto a este tipo de ejercicios, con los que las personas mayores con movilidad reducida podrán seguir cuidándose mientras  van alcanzando pequeñas metas que les ayuden a sentirse mejor y a ser más independientes y autónomos.

Profesionales expertos en personas mayores con movilidad reducida

Tanto en nuestro centro de día como en nuestras dos residencias de ancianos, contamos con profesionales expertos que diseñan ejercicios para cada uno de los residentes. Algo que no solo les ayuda a estar más tonificados y fuertes si no que les ofrece la posibilidad de compartir esta rutina con el resto de sus compañeros. Sintiéndose así parte de un equipo que supera retos de manera conjunta. Lo que sin duda no solo ayuda a su salud física sino también a su salud mental.

Si eres cuidador de una persona con movilidad reducida recuerda que dedicarle tiempo a ejercicios adaptados a sus necesidades puede mejorar su calidad de vida, su salud mental e incluso, reforzar el vínculo que hay entre vosotros al llevar a cabo una actividad conjunta. ¿Nos ponemos juntos en forma?

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